Según
García Vargas, M.J., Martínez Yélamos, M., & Ortega Rivera, I.M. (2011),
las barreras son aquellas trabas e impedimentos sociales, económicos o
arquitectónicos que dificultan la integración de las personas en la sociedad.
Por lo que hoy en día los ciudadanos con discapacidad se enfrentan a barreras
en su vida diaria, las clasificamos en:
a.
Barreras sociales y culturales.
La
Planificación Social debe estar basada en el principio de igualdad de derechos
entre personas con y sin discapacidad; lo que significa, que todos los recursos
deben emplearse de tal manera que garanticen una oportunidad igual de
participación a cada persona. Esto se define como la “equiparación de
oportunidades”.
Para
lograr los objetivos de “igualdad” y “plena participación”, no bastan las
medidas de rehabilitación orientadas al individuo con deficiencias, sino
orientadas al medio, el cual determina el efecto de una deficiencia o
discapacidad, pues una persona se ve abocada a la minusvalía, cuando se le
niegan las oportunidades de que dispone la comunidad, y que son necesarias para
los aspectos fundamentales de la vida diaria.
b.
Barreras físicas o arquitectónicas.
Las barreras
arquitectónicas son aquellos obstáculos físicos que limitan la libertad de
movimientos de las personas y siguen entorpeciendo la integración de las
personas, se clasifican en:
1. Urbanísticas:
son las que se encuentran en las vías y espacios públicos: aceras, pasos a
distinto nivel, obstáculos, parques y jardines no accesibles, etc.
2. En
el transporte: se encuentran en los diferentes medios de desplazamiento e
incluyen tanto la imposibilidad de utilizar el autobús, el metro, el tren,
etc., como las dificultades para el uso del vehículo propio.
3. En
la edificación: están en el interior, o en los accesos de los edificios:
escalones, pasillos y puertas estrechas, ascensores reducidos, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario